viernes, 25 de mayo de 2012

MARINERA NORTEÑA

MARINERA NORTEÑA





Un Poco de Historia.

En la década de los cincuenta del siglo pasado, mientras se producían los primeros e importantes flujos migratorios desde los sectores rurales hacia los sectores urbanos, en los poblados próximos a las capitales de los departamentos del norte peruano se organizaban concursos de marinera norteña dentro del conjunto de actividades programadas para la fiesta religiosa del año.

En 1956 resultó electo Manuel Prado como nuevo Presidente del Perú en unas elecciones generales en las que recibió el apoyo electoral del partido aprista peruano; el partido político mas sólidamente constituido en organización, ideología y disciplina y perseguido por mas de dos décadas por los sectores conservadores del país tendía la mano a uno de sus viejos enemigos. La "convivencia" implicó la excarcelación de muchos de sus militantes y el cese en la persecución a muchos otros, entre ellos a su jefe y candidato "natural" a la presidencia: Haya de la Torre. La lectura política de este acontecimiento fue que el APRA superaba su último escollo para llegar al poder; desde su fundación el partido del "sólido norte" y la "estrella de cinco puntas" tuvo en la derecha, marcadamente aristocrática, a un enemigo que juró impediría su acceso al poder acompañado por el ejército como su "perro guardián" (expresión del ex-Presidente Juan Velasco Alvarado, Jefe de la Junta Militar de Gobierno 1968-1975); asesinatos, exilios, deportaciones de miles de sus militantes son testigos ingratos de este periodo negro de nuestra historia.
Las nuevas circunstancias políticas hacían presumir que en las próximas elecciones generales de 1962, ¡por fin! Haya de la Torre y el APRA llegarían al poder.

Por otro lado, en términos económicos y tecnológicos, se estaba produciendo una lenta transformación hacia la modernización de nuestras estructuras productivas nacionales en las que la vieja aristocracia nativa cedía el paso a una naciente burguesía (periodo de nuestra historia que comienza en el gobierno de Augusto B. Leguía, 1919-1930); y los nuevos sectores económicos emergentes preferían enrolarse en partidos políticos modernos, progresistas, antes que aliarse con los conservadores de antaño.

Los líderes apristas, al ser cancelada su persecución y sin participación directa en el ejecutivo, se dedicaron a reorganizar su partido y preparar el camino para el retorno de su jefe, esta vez no sólo al país sino también a palacio de gobierno; así, se idearon creativos mecanismos para tender puentes hacia los sectores populares mas allá de los de la militancia política.
Inspirados en los concursos de marinera norteña organizados en los pueblitos aledaños a Trujillo, el club Libertad que concentraba al grueso y emergente sector burgués de la capital liberteña, dio el visto bueno a la organización del primer concurso regional de marinera a realizarse en sus propias instalaciones. 1960 es el año en el que las esposas de los directivos del club se encargan de materializar sus propuestas.

La convocatoria al concurso es amplia, pero para que los de los sectores populares no se junten con los de alcurnia dividen a los concursantes en dos categorías: marinera de salón y marinera de jarana. Mientras la primera categoría hace referencia directa a gente de gusto refinado, la segunda en términos más etéreos identifica o clasifica a los sectores populares; por cierto que los participantes son todos adultos.

En estos años iniciales los organizadores del concurso para la categoría de marinera de salón hacen las invitaciones en forma directa a sus pares provinciales y departamentales de todo el país e incluyen todos los gastos pagados, los sectores populares son convocados por el diario y emisoras locales. Es visible la intención de querer potenciar sus alianzas con las diferentes elites económicas del país, al margen de su naturaleza económica, política o social; y para lograrlo utilizan el lenguaje artístico como herramienta de intermediación.

Hago notar que los organizadores del concurso de marinera es el mismo grupo que en aquellos años fundó la banca regional del norte; quiero decir que paralelo al visto bueno para permitir que una expresión cultural de clara extracción popular circule por los salones de la encopetada sociedad trujillana estaba en plena realización un proyecto de corte económico que pretendía darle características nacionales al capital de un sector regional y un proyecto político para acceder al poder dentro del partido político potencialmente más próximo a lograrlo.

El concurso fue un éxito, y los organizadores hasta el día de hoy no se explican como lo lograron, a los pocos años las instalaciones del club ya eran muy pequeñas para albergar al cada vez mayor número de concursantes, mientras progresivamente se incrementaban las categorías para seleccionar a los bailarines; primero se eliminaron las categorías por diferenciación económica, luego se implementó la categoría infantil, en la actualidad participan bailarines a partir de los seis años de edad hasta el abuelito mas avezado; y el concurso se realiza en las instalaciones del coliseo cerrado Gran Chimú con capacidad para 12,000 espectadores.

Este año 2003, cuando el Club Libertad se apresta a organizar el concurso número 43, ya desde el sétimo concurso con la denominación de nacional, para el Club es la actividad central del año. Es el mismo presidente del club que va de academia (denominación que se le da al lugar donde se imparte la enseñanza de la marinera) en academia haciendo la invitación respectiva, organizando la conferencia de prensa y asistiendo a cuanto evento sea posible para promocionar el concurso.

En cinco días de concurso, con un promedio de 800 parejas de baile seleccionadas en función a la edad en seis categorías, teniendo como invitados a diplomáticos de diversas nacionalidades, a ministros de estado, a intelectuales y artistas de reputación internacional, a militares del más alto rango, a la prensa extranjera y nacional, etc. Trujillo vive su segunda fiesta más importante del año (la otra fiesta es el festival de la primavera) con importante flujo turístico interno y externo. El club programa actividades paralelas al evento para atender a sus invitados: exposiciones de pintura, degustación de platos típicos, exhibición de caballos de paso, exhibición de artesanías, circuitos turísticos, entre otras actividades. El club reserva una noche de sus días de concurso para realizar la fiesta del perol en la que con un riguroso traje de etiqueta blanca departe con los más selectos invitados cuyo número central es la exhibición de baile a cargo de los campeones de marinera de mayor reputación.

El concurso de marinera que para los organizadores del primero de ellos sólo fue, además, una distracción para las esposas de los directivos del club se ha convertido hoy en la actividad que le ha permitido al Club subsistir económicamente por los ingresos que le reporta; la alicaída economía de los sectores formales en el Perú, para el caso de Trujillo, recibe el paraguas protector de una actividad cultural estrictamente popular en su creación y se prende de ella porque le proporciona su carta de ciudadanía, su carta de presentación, le aporta el recurso ideológico para hacer sentir su presencia en los diferentes sectores de la sociedad nacional, y sobre todo la organización del concurso le reporta ingresos al club como para cubrir sus costos operativos anuales.
Su símil en Piura, el Club Grau intentó reproducir la idea organizando por varios años el concurso nacional de Tondero, pero no lo logró en la misma dimensión y trascendencia que lo logró el club Libertad de Trujillo, y desde hace dos años el club piurano ha sido declarado en insolvencia económica y ha cerrado sus instalaciones.

DEFINICION

La marinera Norteña es jacarandoza, ferviente, vibrante, de ritmo alegre, presenta mayor libertad en sus figuras coreográficas, tiene una estrecha relación con el tondero, no tanto por su mensaje amoroso ni por su forma, sino por el fondo que es el mismo. Es un baile de pareja suelta, de espacio bajo y picaresco, cuyo adorno principal es el pañuelo. Sin él no hay marinera, así nació y perdura en el tiempo.

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